Aquiles. Aspectos filosóficos, psicológicos de los grandes héroes de la mitología

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Vamos a empezar un nuevo ciclo de temas tomando como referencia la conocida historia, mito y leyenda del famoso héroe mitológico Aquiles de la grandiosa obra de Homero en su libro La Iliada. En estos héroes mitológicos y legendarios que hoy incluso podrían ser históricos, más allá de todo lo épico de su narrativa, siempre podemos encontrar en ellos varias claves de interpretación. Estamos en presencia de una historia mítica. Cuando decimos mito, no hacemos referencia a lo fantasioso que pueda obtenerse de este, sino más bien a la interpretación del mismo, la que tiene diversas claves interpretativas. La clave histórica no deja de ser interesante, porque descubrimos verdades que en muchos casos, la historia oficial podría perfectamente rechazar, pero que tras una exhaustiva mirada interpretativa del mito, pueden encontrarse elementos que arrojan datos históricos. Tal es el caso de Troya y su encarnizada búsqueda por el alemán Henry Schlieman que en 1857, descubrió Troya o lo que posteriormente sería corroborada por los arqueólogos la Troya de Homero. Hasta esa fecha era sólo, para los arqueólogos e historiadores, una ciudad nacida tras la potente imaginación de su “creador” Homero, sin embargo, la decisión y convencimiento intuitivo de Henry Schlieman permitió demostrar que no se trataba de un sueño, sino de una ciudad de piedra y ladrillo, que escondía invalorables piezas arqueológicas, pedazos de historia.


Aquiles personaje singular, héroe por antonomasia, cuyo destino inexorable vislumbrado ya desde antes, no deja de conmover los sentimientos profundos de todo individuo, que aunque las circunstancias de la vida les sea otra, lleva en su fuero interno esa condición, la del héroe. ¿Característica del héroe? Característica típica de la naturaleza humana, aquella que se trasluce en todas las antiguas narrativas épicas y que pone al hombre siempre entre dos cualidades propias de la naturaleza: calor o frío, placer o dolor, alegría o tristeza, etc. Pero la condición del héroe es otra. La lucha, la declaración de guerra a estas dos cualidades extremas, tratando de no apegarse a ninguna de ellas, sino estar por encima de ambas, intentando conseguir una posición armónica superior. Aquiles, héroe casi inmortal, invulnerable, protegido de los dioses, pero con un punto vulnerable. Su talón representa el aspecto por el que puede fracasar y morir el héroe. Sólo la tensión heroica, la tensión conciente pone al héroe en guardia frente a la muerte (a la derrota de la inteligencia frente a los instintos inferiores). Pero si es dominado por sus debilidades entonces, su destino es morir. Aquiles debía cumplir un deber, a la manera de Arturo en la Saga de los caballeros de la Tabla redonda, que ante la furia, pierde a Excalibur, su factor de triunfo y de derrota.


En esta historia, la Iliada, hay tres aspectos que se pueden resaltar como hitos importantes: El descontento de Aquiles por la afrenta recibida de parte de Agamenon al haberle arrebatado a su amada Briseida, lo que provocó la retirada de los Mirmidones de la batalla contra Troya y posterior derrota casi consumada del ejército Aqueo; la muerte de Patroclo a manos de Héctor, gran amigo de Aquiles, lo que provocó la furia de este y su promesa de venganza; la decisión que debe tomar el héroe ante el destino inexorable, que de matar a Héctor él también moriría con una flecha en el talón. Eso fue lo que sucedió.
Descubra cada uno a su propio héroe interior, que clama.

Fue hijo de la diosa Tetis y del mortal Peleo, rey de los mirmidones, un pueblo situado en la Tesalia meridional. Eran descendientes del rey Mirmidas, cuya hija fue seducida por Zeus que para la conquista de la bella princesa se metamorfoseó en una hormiga. Según el historiador Estrabón los mirmidones se dieron ese nombre porque sus tierras eran ingratas y eso les suponía, para poder labrar los campos, tener que retirar muchos pedruscos, para lo que formaban largas cadenas humanas, como hacen las hormigas. Cuando Tetis alumbró al niño, le llamo Aquiles que quiere decir «sin labios» ya que al principio no quería mamar la leche de sus pechos (curioso, dado el nombre materno). Tetis le quiso hacer invulnerable y, para ello, le sumergió en lago Estigia sujetándole por los talones que, de esta forma, quedaron secos y vulnerables. También se atribuía su invulnerabilidad a que Tetis cauterizó su cuerpo y lo cubrió de Ambrosía, el néctar de los dioses. Pero Peleo arrancó con violencia al niño de sus manos y, éste, quedó con un talón carbonizado, que Peleo sustituyó por la taba del gigante Damiso, célebre por su velocidad en la carrera. De ahí que se le nombrara como «el de los pies ligeros». También se le llamaba «el de la dorada cabellera», «el más valiente de los griegos», «Pelida», hijo de Peleo, etc. El niño fue confiado al centauro Quirón, quien le alimentó con fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía; además, le enseñó el tiro con arco, el arte de la elocuencia y la curación de las heridas. La musa Caliope le enseñó el canto, y el profeta Calcante predijo que se le daría a escoger entre una vida corta y gloriosa o larga en años y anodina. El héroe escogió la primera y cobró fama por sus hazañas y grandes aventuras, siendo, las últimas, las narradas en la Iliada.