Virtudes del gobernante

El Maestro dijo:
-El que gobierna un país de mil carruajes, debe prestar suma atención a los asuntos que le están encomendados. Debe poseer honradez, economía y caridad, y no debe abusar del pueblo.
El legislador justo es como la estrella Polar, que permanece inmóvil, mientras todas las demás le rinden homenaje.
Un pueblo gobernado despóticamente y en el que se mantiene el orden por medio de castigos, puede evitar la infracción de la ley pero perderá su sentido moral.
Un pueblo gobernado por la virtud y mantenido en orden por la ley interior del propio dominio, conservará su sentido moral y progresará en el bien.

CONSULTAS SOBRE GOBIERNO

Chi K’ang Tzu, viéndose acosado por ladrones, pidió a Confucio consejo.
Confucio conwwwó diciendo:
-Señor, si podéis libraros de vuestra propia avidez, no habrá más robos, aunque ofrezcan recompensa por robar.

* * * *

Chi K’ang Tzu consultó a Confucio sobre un asunto de gobierno diciendo:
-¿No debiera yo matar a los que faltan a la ley, para afirmar el orden? ¿Qué opinas?
Confucio replicó:
-Señor, ¿qué necesidad hay de establecer la pena de muerte en su sistema de gobierno?
Si mostráis sincero deseo de ser bueno, vuestro pueblo será también bueno.
La virtud del príncipe es como el viento; la del pueblo, como la hierba.
La naturaleza de la hierba la hace inclinarse cuando el viento sopla.

* * * *
Tzu Lu pidió una indicación sobre el arte de gobernar.
El Maestro conwwwó:
-Dirige bien y da ejemplo de un trabajo diligente.
Preguntado más explícitamente, añadió:
-Sé paciente y sin descanso.

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Chung Kung, siendo Primer Ministro en la tribu de Chi, le pidió consejo para gobernar.
El Maestro le dijo:
-Considera tu obligación emplear a tus subordinados, no tengas en cuenta sus pequeñas faltas, eleva a los que sean capaces y dignos.
-Pero, ¿cómo voy a saber los que son dignos? – dijo Chung Kung.
-Eleva a los que conoces, – fue la respuesta.
En cuanto a los que no conoces, -añadió- pronto serán sus reclamaciones traídas ante ti, por otros.