Para los hebreos sólo existe un Templo: el primero que construyera el rey Salomón en Jerusalén, y que Herodes, El Grande, reconstruyera y que los romanos destruyeron en el año 70 d.C. Aunque no quedaron restos, Jerusalén se consideró el centro del mundo durante la edad media. En 1581 Heinrich Bunting realizó un mapa de Europa, Asia y África como tres pétalos que salen de Jerusalén. El primer templo fue el lugar donde se encontraba el arca de la alianza que guardaba las tablas de la Ley de Moisés y los panes de la proposición (el maná).
A partir de las descripciones de la Biblia se han hecho intensos intentos por reconstruirlos según el aspecto original que contenían. Desde entonces existen varias versiones de reconstrucciones del templo, hace ya varios siglos. En el presente, parte de su base es altamente sagrada para los judíos (es el llamado muro de los lamentos).
Después de la conquista de Jerusalén, los musulmanes construyeron la mezquita que hoy conocemos con el nombre de Cúpula de la Roca sobre la que se consideraba que había sido el Santo Santorum del templo de Salomón. Fue un sitio venerado por judíos, musulmanes y cristianos. Cuando tomaron Jerusalén, las cruzadas convirtieron la mezquita en una iglesia, y debido a su reducido conocimiento de la historia de la arquitectura, supieron que se trataba del templo original de Salomón. Figura en el fondo de varios cuadros renacentistas. Incluso han influido en la iconografía judía del templo.
Imagen
«Fotografía de una maqueta del templo de Salomón»