Las Forsidas, las Greas y las Gorgonas

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Pontos, hijo de Neptuno, es confundido a menudo con el Océano. Este dios, cuyo nombre designó más tarde el Ponto Euxino y una comarca asiática, se había unido a la Tierra y dado vida a Forkis, dios marino llamado a menudo Proteo. De Forkis y la ninfa Ceto, hija de Neptuno y la ninfa Tesea, nacieron las Forsidas, es decir las ninfas Toosa y Scia, las Greas y las Gorgonas. Toosa fue la madre del cíclope Polifemo y de conoce por la espantosa metamorfosis de Scila.

Las Greas, hermanas mayores de las Gorgonas, cuyo nombre significa mujeres viejas se llamaban así porque vivieron al mundo con canas. Cuéntase tres, Enio, Pefredo y Dino. Dícese que para las tres no tenían sino un ojo y un diente que usaban una después de la otra; pero este diente era mayor y más fuerte que las defensas de los mayores jabalíes. Sus manos eran de bronce y su cabellera entrelazada de serpientes. Tenían notable parecido con las Gorgonas, sus hermanas menores. Hesíodo, sin embargo, les da belleza. Como habitaban siempre la mar o sus parajes, los mitólogos explican sus cabellos blancos por las olas del mar, que blanqueaban cuando están agitadas.

Las Gorgonas, que también son tres, Esteno, Euriale y Medusa, vivían al otro lado del Océano, en la extremidad del mundo, junto a la morada de la noche. Tan pronto se les representa como los Griegos, con un solo diente y un solo ojo para las tres, como con extrema belleza y fascinadores atractivos.

Medusa, su reina, era mortal mientras sus dos hermanas, Euriale y Esteno, no estaban sujetas a la vejez ni a la muerte. Era un joven de sorprendente belleza, pero todos sus atractivos de que estaba provista, ninguno tan grande como sus cabellos. Una multitud de amantes la solicitaron en matrimonio. Neptuno se enamoró también, y, metamorfoseado en pájaro, la transportó a un templo de Minerva, que se ofendió por ello; cuentan otros que Medusa osó disputar sobre belleza con Minerva y hasta compararse con ella: la diosa se irritó tanto que cambió la hermosa cabellera de Medusa en terribles serpientes y dio a sus ojos la facultad de trocar en piedra todo lo que miraba. En los alrededores del algo Tritonis, Libia, mucha gente sintió los efectos de su mirada.

Los dioses queriendo librar al país de un gran mal enviaron a Perseo a exterminarla. Este héroe, ayudado por Minerva, cortó la cabeza de Medusa y la consagró a la diosa que desde entonces la lleva representada sobre su égida.

Después de la muerde de Medusa, su reina, las Gorgonas se fueron a vivir junto a las puertas del infierno, con los Centauros, las Harpías y otros monstruos de la fábula.

Las Gorgonas o Medussa son representadas de ordinario con una cabeza enorme, una cabellera erizada de serpientes, una boca ancha, dientes formidables y ojos muy abiertos. Las que antiguos monumentos nos muestran, no tienen todas la cara espantosa y terrible. Las hay que tienen cara de mujer impregnada de dulzura; y a menudo se las encuentra muy graciosas tanto sobre la égida de Minerva como fuera de ella. En el museo de Florencia se ve una cabeza de Medusa moribunda, obra de arte de Leonardo da Vinci.

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«La Medusa de Bernini» fotografía tomada por Jastrow